El departamento de Madre de Dios ha sido ungido con el título de Capital de la Biodiversidad del Perú y es que en su territorio alberga 575 variedades de aves, 1,200 de mariposas, 135 especies de hormigas y una de las mayores biodiversidades del planeta, además de las reservas Tambopata, del Manú y el Santuario de las Pampas de Heath.
A lo largo de su territorio Madre de Dios posee una mega diversidad de especies naturales que le ha merecido el reconocimiento Nacional por Ley Nº 26311 se le denomina Capital de la Biodiversidad del Perú y en 1987 la UNESCO reconoció al Parque Nacional del Manu como Patrimonio Natural de la Humanidad.
El Departamento de Madre de Dios tiene una superficie de 85182,63 km2 lo que representa el 6,6% del Territorio Nacional ocupando el tercer lugar en extensión después de los Departamentos de Loreto y Ucayali.
Cuando el artista Peruano Núñez Ureta, pintaba el cuadro El Perú, tipificaba nuestras regiones de la siguiente forma: La costa con un hombre arañando la tierra para encontrar agua, a la sierra como una mujer anciana con un niño a cuestas y la selva como un hombre sin rostro. Es el enigma de SANGAMA, el mito selvático de la transformación de esta región ubérrima, que ha sido conquistada, explotada e irrigada por todas las sangres del Perú y del Mundo. Una región que ha perdido su verdadera identidad y dentro de esta, se halla el departamento de Madre de Dios, que a sus 110 años de vida política (2022) ha servido de escenario para el desarrollo de diversos ciclos económicos y el asentamiento de población migrante proveniente de las demás regiones del país.
Madre de Dios, es un espacio geo económico heterogéneo, donde las personas que lo habitan difieren no solo en su forma de vida y aspiraciones, sino también en sus propios problemas. Es un ámbito, donde por sus propias peculiaridades y complejidad, sintetizada en gran parte por la población andina, una mínima insertada en el mercado y la mayoría en el autoconsumo; requiriendo ambas de adecuadas políticas, para encarar los nudos críticos y restricciones que limitan el desarrollo.
Madre de Dios, es el tercer departamento más extenso del país, que alberga mas del 50 % de la biodiversidad del país; pero paradójicamente es el más olvidado, el menos poblado y conocido.
Existen, entonces dos realidades que han caracterizado y siguen caracterizando al departamento de Madre de Dios, por un lado cierto desconocimiento de sus potencialidades y por otro la relativa importancia que representa para el país.
El estado situacional de Madre de Dios, amerita el inicio de acciones conjuntas que se orientan a revertir esta paradójica realidad, buscando el desarrollo integral de la supuesta “Isla terrestre”, “Lugar de castigo” y “Siberia Amazónica”, tal como se le consideró y considera desde su instalación política, el 26 de diciembre de 1912.